MARITZA BARRETO

sábado, diciembre 20, 2008

EL VIEJO DE LA BOLSA

Cuando niña solían asustarme con el Viejo de la Bolsa. Desconozco las razones que tendrían los adultos para divertirse a costa de mi angustia.
A medida que fui creciendo entendí que era un juego, que nadie estaba interesado en llevarme , ni siquiera alguien tan horripilante como el Viejo de la Bolsa.
Creo que ahora no se dice viejo, sino “adulto mayor”, así es que sería “el adulto mayor de la bolsa”.
Muchas veces, ya de grande, pensé en ese personaje y me hizo reír la idea de que alguna vez hubiera podido causarme tanto miedo.
Sin embargo… -creo que hay un síndrome que no recuerdo como le llaman, pero consiste en que la víctima llega a enamorarse de su victimario- sin embargo, decía… ahora que yo también soy vieja… o adulta mayor, creo que hasta deseo que se me aparezca el adulto mayor de la bolsa… y que me lleve… y fantaseo con pasear juntos tomando champaña en un yate… pero, ¡claro! que sea el adulto mayor de la Bolsa de Wall Street.

Maritza Barreto (en tiempos de crisis)

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viernes, diciembre 12, 2008

EN EL MONTE




Plantitas venenosas



El otro día subí a meditar al monte. Por desconocimiento del terreno me metí a un campo de plantas venenosas que al instante atacaron mis piernas. Me sorprendió constatar que siendo unas florcitas tan pequeñitas y bellas fueran tan dañinas, y luego entendí, era su defensa.


Aprendí, a través de esa experiencia (que me costó intenso dolor y muchas semanas de molestias en la piel), a reconocerlas y a mantener distancia de ellas.



Desde luego, no volveré a meterme en ese terreno de plantas venenosas.




(a propósito de la razón por la que uno se aleja de ciertas personas)

Maritza,
Viña del Mar, 12 diciembre 2008

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