MARITZA BARRETO

viernes, noviembre 26, 2010

RESILIENCIA





He descubierto que la vida para mí se volvió una gran aventura: día a día al despertar me pregunto qué me deparará el hoy. Cómo construiré este hoy, o cómo me construirá el hoy a mí. Y en el correr de la jornada me veo a mí misma descifrando enigmas, descubriendo el porvenir, quitándole ese velo de misterios a la realidad. Mi quehacer se ha convertido en un permanente crear, inventar, probar y equivocarme para volver luego a empezar. Mi existir acontece como una gran ola que ha retrocedido retirándose hacia el centro mismo del océano donde encuentra su comienzo. Me hallo en el preciso instante en que se detiene suspendida en el tiempo y el espacio, para volver con la inmensa fuerza que le ha dado el repliegue hacia sus propias entrañas. Volverá con nuevo ímpetu. Cambiará la geografía. Nada quedará en su sitio. Estallará rompiendo el silencio de la arena que la espera. Estallará en tan evanescente espuma... que ocupará todos los espacios... definitivamente. He descubierto que cuando los vientos soplan fuertes y tormentosos, no es bueno luchar, porque la lucha quiebra. Cuando se desata la Tormenta es necesario seguir sus influjos y permanecer conciente de que se es una pieza más en este gran sistema que es el Universo. Es necesario entonces dejarse conducir por su torrente manteniendo viva la esperanza... en algún lugar y en algún momento arrojará finalmente su presa, que es uno mismo, y entonces... habrá que renacer.

Maritza
Viña del Mar, 2003

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