MARITZA BARRETO

lunes, marzo 26, 2007

INTRODUCCIÓN DE KAVADIVAS

KAVADIVAS: Introducción
Tenía nueve años cuando, arrodillada en una silla, tendí medio cuerpo sobre la mesa del comedor para escribir un poema. Al menos ésa era mi intención. Lápiz y papel en mano me vi enfrentada al juego de intentar poner en palabras mis sentimientos y dejar volar mis sueños como golondrinas en busca de primaveras. Le presenté aquellos versos a mi padre y él me alentó a seguir escribiendo. Ése fue mi primer golpe de suerte. Desde entonces tomé la costumbre de dejar constancia de lo que siento y de lo que sueño en papelitos que fui almacenando en una carpeta, la que me ha acompañado en todos mis viajes. Nunca creí que pudiera llegar a verlos publicados, y en realidad, nunca los veré. Sólo he seleccionado alguno de mis últimos escritos que, con la audacia del ignorante, he presentado a mis benévolos amigos y ellos me han estimulado a seguir escribiendo. Aquella carpeta se fue añejando y yacía desesperanzada en un rincón de mi escritorio cuando, mi segundo golpe de suerte sucedió: logré comprar mi computadora. Fue gracias a ella que pude ordenar mis cuentos, pero, si bien es cierto que conseguí mejorarlos y pulirlos gracias al sistema Word, también es cierto que ellos sólo habían cambiado de domicilio, mudándose a una mansión menos vetusta, más moderna y mucho más cómoda, pero aún permanecían en el ámbito de lo privado, hasta que una mañana en que me hallaba comprando en una librería, escuché una frase expresada por un tercero dirigida a la persona que me estaba atendiendo: “ojalá se vendan así mis libros”. La curiosidad, que es una de mis mayores debilidades, me hizo mirar de reojo a quien la pronunciara. Reconocí su rostro y reconocí el momento: había llegado la hora de publicar y ahí tenía frente a mí a Jorge Queirolo Bravo. No dudé en hablarle. Éste ha sido mi tercer golpe de suerte. Trabajar con un profesional como él, me dio el empuje final para alzar vuelo en esta aventura que es la literatura. Alea jacta est (la suerte está echada).Ahora como siempre, dejo volar mis sueños como golondrinas en busca de primaveras y les deseo el mejor de los destinos: vuestras manos, vuestras almas, vuestras sensibilidades.Uno mi voz a las voces que con Violeta cantan:Gracias a la Vida que me ha dado tanto.Maritza Barreto