MARITZA BARRETO

domingo, marzo 22, 2015

NUNCA LA SILICONA DIO LECHE



Mujeres!

Dejen de luchar contra el tiempo. Es maravilloso envejecer con dignidad.
El botox está reñido con la Sabiduría. Y la verdadera leche nutriente no proviene de la silicona, sino de unos pechos que un día se volverán laxos, pero que siempre estarán llenos de amor.
Miren la Naturaleza, mujeres. Los árboles se inclinan bellamente y sus maderas adquieren valor con los años.
Es tan patético ver una piel femenina que aparenta 15 pero que se expresa octogenariamente.
Además ¿para quién? ¿para quiénes? ¿quién lo exige?
Y a las jóvenes: cultiven desde ya la belleza interior, para que cuando sean maduras no necesiten cirugías.
Mujeres! No le sigan el juego a los cirujanos plásticos ni a los varones superficiales. Además ¡es tan caro!
La paz interior conseguida después de los 70 no tiene precio y es un talismán que solo pueden ver los que saben ver con los ojos del alma. Esos son los que interesan.
Escuchar hablar a una mujer sabia, gratifica inmensamente.
Mujeres! Acepten el tiempo. Les trae un regalo maravilloso de insospechados placeres. Los placeres del alma, del equilibrio, de la sensatez que permiten la imperturbabilidad ante los acontecimientos adversos. Que otorga la capacidad de expresarse sin temores. Que nos hace sensibles a las cosas simples.
Comprende el valor de tus años. Nadie te va a valorar si no te valoras tú.

Maritza (acercándose a los setenta)




miércoles, marzo 18, 2015

AVISO





El otoño ya se asoma por la esquina del oriente.

Viene vestido de gris y por las tardes luce un pañuelo color damasco de seda reluciente

Maritza
Viña, acercándonos al 21 de Marzo 2015

lunes, marzo 09, 2015

NAVIDAD EN PARÍS

NAVIDAD EN PARIS

¡Alto!- gritó el caballero, mientras la gente apresuraba el paso, simulando no ver ni oír algo extraño.
¡Alto cobarde! –gritó por segunda vez.
¿Qué se mete usted? -Respondió a viva voz la mujer de evidente aspecto latino- ¡No ve que es mi marido!
El caballero que había gritado “alto” hacía apenas un instante, quedó desconcertado. Se sintió ridículo pero aun así quiso hacer entrar en razón a la mujer que le había respondido que no se metiera.
Pero, señora ¿Cómo se deja agredir de esa forma?
¡No me llame señora! –dijo con vehemencia la agredida- ¡Qué sabe usted lo que yo hice para que mi marido me castigue! ¡Siga su camino y no se meta!
El tipo musculoso que hacía dos instantes apenas, la había golpeado, quedó estupefacto, nunca había visto a su mujer con tales agallas.
Es que usted está lastimando la sensibilidad de los transeúntes ¡cómo se le ocurre! Dijo el caballero defensor.
¡Lárguese!–le respondió la mujer propinándole un empujón al caballero- ¡Lárguese o lo va a lamentar!
A todo esto el tipo golpeador miraba a ambos contrincantes indistintamente, según ocupaban la palabra… (o el grito) Aun con el puño cerrado no terminaba de sorprenderse por la enteresa con que su mujer lo defendía.
El caballero defensor, optó por retirarse sin dejar de mirarlos con los ojos desorbitados por la sorpresa,  mientras se arreglaba la ropa que la dama había desordenado con su zamarreo.
La gente se dispersó solemnemente simulando no haber visto nada, apresurando el paso por aquella avenida parisina. Total, no entendían ese idioma.
Desde la otra esquina, el caballero pudo escuchar los cachetazos que propinaba el musculoso y los ayes de la señora… ¡perdón! de la mujer agredida, mientras los ruidos se mezclaban con alguna lejana melodía navideña.

Maritza
8 marzo 2015-03-07 día internacional de la mujer.



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